jueves, 15 de noviembre de 2007

Reflexión sobre el derecho de autodeterminación, desde la izquierda.

La autodeterminación,una gran decepción .

Por: James Petras ("revolucionario y anti-imperialista")



AQUELLOS de nosotros que alcanzamos la madurez política en los años 60 creíamos firmemente que la autodeterminación de las naciones era un derecho sagrado que debía apoyarse en todas partes y en todas las épocas. Existían bastantes motivos para creer en este derecho: los pueblos de Indochina, de la República Dominicana y de Cuba presentaban resistencia a las intervenciones militares de EEUU; el pueblo checo se oponía a la invasión rusa, y los argelinos luchaban por su independencia contra el colonialismo francés.

Ultimamente, sin embargo, han surgido buenas razones para que reflexionemos sobre nuestra respuesta automática de apoyo a llamamientos a favor de la autodeterminación que podrían resultar falsos y engañosos. En los últimos 10 años algunos países viables y pacíficos como Yugoslavia se han desmembrado con un saldo de centenares de miles de muertos, personas desplazadas y vidas rotas. Los movimientos separatistas se han convertido en las garras de las grandes potencias que intentan por la fuerza establecer para sí nuevos ámbitos de influencia empleando la conocida estrategia de dividir y conquistar.

En segundo lugar, muchos de estos nuevos estados han quedado subordinados a otras nuevas potencias; la secesión de una unidad política ha sido el puente a la subordinación a otro conjunto de potencias políticas y económicas. Las antiguas naciones que formaban la URSS constituyen el mejor ejemplo. Su independencia fue de muy corta duración, ya que se han convertido en una especie de , dirigidas por autócratas asociados con las multinacionales petroleras y las potencias occidentales.

En tercer lugar, el término nacional se ha hecho problemático. La mayor parte de los regímenes de Europa del Este rompieron con el Pacto de Varsovia y el CAME.. para convertirse en socios subordinados de la OTAN y de la UE.

Cuarto, el prefijo auto- del término autodeterminación es una cortina detrás de la cual se oculta una serie de actores sociales y políticos, muchos con una agenda de sometimiento social, cultural y político: Afganistán es el paradigma. EEUU, Arabia Saudí y otros estados musulmanes reaccionarios financiaron, entrenaron y suministraron armamento y dinero a fanáticos religiosos y líderes tribales reaccionarios que se dedican a asesinar a los maestros que enseñan a leer y escribir a las niñas. La posterior destrucción de un Estado laico y las cruentas guerras tribales hicieron retroceder a Afganistán a un despotismo medieval que emplea el terror contra las mujeres y los demócratas laicos. El auto de la autodeterminación de Afganistán era claramente la antítesis de otros valores democráticos fundamentales.

Quinto, muchas de las naciones e identidades étnicas que se consideran oprimidas contienen importantes minorías. Cuando estos nacionales oprimidos llegan al poder suelen castigar a las minorías y negarles el derecho a la autodeterminación. En Kosovo la mayoría albanesa ha empleado el terror contra la minoría serbia como parte de su política de secesión, en gran medida producto de las ambiciones anexionistas de los líderes autoritarios del Estado de Albania. En Bosnia, estas prácticas también han sido comunes. En otros países las víctimas se han convertido en opresores. Los israelíes tratan a los palestinos como ciudadanos de segunda clase; los catalanes fomentan y llevan a la práctica una política educativa monolingüe que perjudica a los hispanohablantes, casi el 50% de la población de Cataluña.


(El artículo sigue aquí)

6 comentarios:

Fin de los Tiempos dijo...

¿Por qué los pueblos que exigen autodeterminación la niegan a su vez? Después de todo lo que ha hablado la Comunidad Autónoma Vasca sobre autodeterminación, exigiendo ese derecho, no me imagino lo que dirían si Álava exige lo mismo para escindirse

ludwig dijo...

A mi me parece, fin de los tiempos, que confundes el derecho de autodeterminación con escisión.

El derecho de autodeterminación es un derecho contemplado en la constitución, y tambíen contemplado por la ONU. Lo otro puede ser una consecuencia ,pero en todo caso a posteriori. Y el remedio no es imponer las cosas a la fuerza sino un acercamiento entre los pueblos, desde el respeto,como está haciendo este gobierno.

No deja de ser una paradoja que la derecha de este país que se dice defender la unidad de España sea la que mas está contribuyendo a crear un clima de escisión.

Fin de los Tiempos dijo...

Claro, y prentende convencerme de que la Comunidad Autónoma Vasca quiere usar la autodeterminación no para la escisión, sino para ver a qué sabe.

Oye, cíteme el párrafo de la ONU donde dice que el derecho a la autodeterminación permite no conceder ese derecho a los demás. Porque es muy curioso que todos los que lo reclaman, obligan a otras zonas a no tener ese mismo derecho. La Comunidad Autónoma Vasca se lo niega a Navarra, Cataluña a Valencia y Baleares. ¿Acaso ellos no están amparados por la ONU para que nadie les meta en sus proyectos?

El único clima de escisión es el provocado por las reformas de los estatutos liberalizadas por Zapatero.

Por cierto ludwig, me alegro de que se le permita a usted opinar en estos Blogs de derechas, eso indica que la democracia funciona. Podía aprovechar para pedirle a Pepe Blanco que sea demócrata y nos permita opinar a nosotros allí.

blumun dijo...

No es que los catalanes quieran anexionarse Valencia, espero. Aunque al Carod Rovira lo tenemos por aquí dando recitales, muchas veces. Pero siempre queda muchísimo aforo por vender. Y es que no nos interesa.
Ahora bien, sobre el idioma no hay quien les baje del burro. Y si por ellos fuera, " Tirant Lo Blanc" del valenciano Joanot Martorell, primer libro de caballería que Miguel de Cervantes aplaude en su " Don Quijote", dirian que es catalan el " Tirant" valenciano.
Saludos.

Andrés Álvarez dijo...

Una reflexión muy acertada. Las argumentaciones expuestas son del todo ciertas y fundadas.Saludos.

Dardo dijo...

Estimado Sigurd; le he enviado un meme.