miércoles, 24 de octubre de 2007

Los innombrables

Estos días hemos asistido al destape del caso Plá, esto es, a la revelación por parte ciertos medios de que el líder socialista en la oposición a la presidencia de la Generalidad Valenciana, Joan Ignasi Plá, obtuvo de forma gratuita la realización de una reforma en su domicilio por parte de una empresa constructora.

Se ha sabido, además, que la generosidad de dicha empresa quizá estribe en los numerosos contratos exclusivos que ha obtenido en municipios de la comunidad valenciana regidos por alcaldes socialistas, lo cual indicaría que Joan Ignasi ha perdido varias elecciones pero no el tiempo.

En cualquier caso, no es objetivo de estas líneas entrar en si Joan Ignasi es un tipo honesto o no, en si las informaciones salidas son rigurosas o no. Lo verdaderamente llamativo es que estos ataques hayan provenido de medios afines al PSOE, lo que indica que el poder mediático y el poder socialista se han cansado definitivamente de la inoperancia de Plá. No obstante, aún hay algo que llama, si cabe, más la atención, y es la manera en que Joan Ignasi ha señalado que estos furibundos e injustificados ataques provienen de un "grupo mediático" cuyo nombre todos sabemos pero nos tenemos que imaginar, porque al señor le ha entrado el típico canguelo cuando dicho grupo es PRISA.



En este sentido, cabe recordar el famoso pero ridículo PFFR (poder fáctico fácilmente reconocible) con que Aznar se refirió al grupo PRISA en plena comparecencia ante la comisión parlamentaria encargada de investigar los atentados del 11-M. Sin embargo, cuán grande sería el temor a dicho grupo mediático y que poco acostumbrados estaríamos los ciudadanos a esas indirectas públicas hacia PRISA, que el citado PFFR se jaleó como un verdadero gesto de valor por parte de Aznar (recuérdese si no cómo Jiménez Losantos uso el término en su columna de El Mundo).

En fin, quizá lo de señalar a PRISA en voz alta y clara por parte de políticos o personajes de renombre puede ser contraproducente para la salud, como puede ser el caso de las abducciones mentales a las que, según dicen, somete Zapatero a quienes le visitan en La Moncloa a cuenta de su hipnotizadora mirada y cautivadora sonrisa. No obstante, uno no puede evitar pensar que los complejos, la cortesía o diplomacía mal entendida, la cobardía y la memez, son las que hacen que, en público, nadie (excepto ciertos periodistas) nombre a PRISA si es para acusarlo de conductas negativas.

En resumidas cuentas, finado Jesús Del Gran Poder, el que acusó sin tapujos al PP de guerracivilista, ellos siguen siendo los innombrables.

4 comentarios:

Jorge Castrillejo dijo...

Tranquilo que ya se va viendo el fin del Imperio.

Ignacio dijo...

Muerto el patriarca, el reparto de los despojos hará que por división se vayan a la mierda de uno en uno.
Nada que no fuera previsible.
Pero va a ser divertido ver como mueren matando, previsiblemente entre ellos.

Anónimo dijo...

Si el pobre Jesús viera lo que zETA está haciéndole a Janli...

Gaia dijo...

Muerto el Rey...Viva el Rey!!!...quizás el Imperio se desmorona pero bien pronto observamos como se gesta el nacimiento de otro grupo de poder para ocupar su espacio...más "moderno"...con mayor "talante"...y con cuantos más adjetivos casposos queramos describirlo...

...eso sí...como siempre...el malherido morirá matando y las ratas serán las últimas en abandonar el barco...