jueves, 31 de enero de 2008
Cualquiera puede ser presidente...
jueves, 24 de enero de 2008
Contrapunto a Los abogados, historia de una vaca
El derecho - es conveniente resaltarlo, porque a menudo se olvida - es disciplina que exige muchos requisitos: gran dosis de saber, humanidad (que debe reflejarse también en la interpretación y aplicación de las normas conforme a su finalidad, que no es otra que la de ponerse al servicio de los hombres y no al revés), capacidad de persuasión, don de la palabra (para verbalizar la realidad y delimitar con nitidez sus lindes) y vocación de servicio a los demás (que incluye el deseo de entrar en contacto con la gente y conocer sus problemas, así como una cercanía a los más necesitados)."
Juan Manuel Blanch Nougués
martes, 22 de enero de 2008
Un arrebato irreprimible
miércoles, 16 de enero de 2008
Sobre los abogados. Historia de una vaca.
Como muestra de lo señalado, una muestra de su opinión sobre los abogados (les aseguro, como mínimo, una sonrisa, que puede llegar hasta una sonora carcajada):
"Díjele que entre nosotros existía una sociedad de hombres educados desde su juventud en el arte de probar con palabras multiplicadas al efecto que lo blanco es negro y lo negro es blanco, según para lo que se les paga. «El resto de las gentes son esclavas de esta sociedad. Por ejemplo: si mi vecino quiere mi vaca, asalaria un abogado que pruebe que debe quitarme la vaca. Entonces yo tengo que asalariar otro para que defienda mi derecho, pues va contra todas las reglas de la ley que se permita a nadie hablar por si mismo. Ahora bien; en este caso, yo, que soy el propietario legítimo, tengo dos desventajas.
La primera es que, como mi abogado se ha ejercitado casi desde su cuna en defender la falsedad, cuando quiere abogar por la justicia -oficio que no le es natural- lo hace siempre con gran torpeza, si no con mala fe.
La segunda desventaja es que mi abogado debe proceder con gran precaución, pues de otro modo le reprenderán los jueces y le aborrecerán sus colegas, como a quien degrada el ejercicio de la ley. No tengo, pues, sino dos medios para defender mi vaca. El primero es ganarme al abogado de mi adversario con un estipendio doble, que le haga traicionar a su cliente insinuando que la justicia está de su parte. El segundo procedimiento es que mi abogado dé a mi causa tanta apariencia de injusticia como le sea posible, reconociendo que la vaca pertenece a mi adversario; y esto, si se hace diestramente, conquistará sin duda, el favor del tribunal.
Ahora debe saber su señoría que estos jueces son las personas designadas para decidir en todos los litigios sobre propiedad, así como para entender en todas las acusaciones contra criminales, y que se los saca de entre los abogados más hábiles cuando se han hecho viejos o perezosos; y como durante toda su vida se han inclinado en contra de la verdad y de la equidad, es para ellos tan necesario favorecer el fraude, el perjurio y la vejación, que yo he sabido de varios que prefirieron rechazar un pingüe soborno de la parte a que asistía la justicia a injuriar a la Facultad haciendo cosa impropia de la naturaleza de su oficio.
Es máxima entre estos abogados que cualquier cosa que se haya hecho ya antes puede volver a hacerse legalmente, y, por lo tanto, tienen cuidado especial en guardar memoria de todas las determinaciones anteriormente tomadas contra la justicia común y contra la razón corriente de la Humanidad. Las exhiben, bajo el nombre de precedentes, como autoridades para justificar las opiniones más inicuas, y los jueces no dejan nunca de fallar de conformidad con ellas.
Cuando defienden una causa evitan diligentemente todo lo que sea entrar en los fundamentos de ella; pero se detienen, alborotadores, violentos y fatigosos, sobre todas las circunstancias que no hacen al caso. En el antes mencionado, por ejemplo, no procurarán nunca averiguar qué derechos o títulos tiene mi adversario sobre mi vaca; pero discutirán si dicha vaca es colorada o negra, si tiene los cuernos largos o cortos, si el campo donde la llevo a pastar es redondo o cuadrado, si se la ordeña dentro o fuera de casa, a qué enfermedades está sujeta y otros puntos análogos. Después de lo cual consultarán precedentes, aplazarán la causa una vez y otra, y a los diez, o los veinte, o los treinta años, se llegará a la conclusión.
Asimismo debe consignarse que esta sociedad tiene una jerigonza y jerga particular para su uso, que ninguno de los demás mortales puede entender, y en la cual están escritas todas las leyes, que los abogados se cuidan muy especialmente de multiplicar. Con lo que han conseguido confundir totalmente la esencia misma de la verdad y la mentira, la razón y la sinrazón, de tal modo que se tardará treinta años en decidir si el campo que me han dejado mis antecesores de seis generaciones me pertenece a mí o pertenece a un extraño que está a trescientas millas de distancia."
Jonathan Swift. Los Viajes de Gulliver. Parte IV.
Postdata: Si no quieren acabar deseando que Al Gore tenga razón y nos extingamos como especie, no lean la Parte IV del libro.
martes, 15 de enero de 2008
¡Apaga y vámonos!
martes, 8 de enero de 2008
Carta abierta del musicólogo mallorquín Santiago Cardona para la SGAE
Carta a la SGAE: eSaGenteAnsiaEuros.
Teddy Bautista, cual Flautista/Bautista de Hamelin, ha logrado convencer a muchos, demasiados ya (Congreso aprueba lo que el Senado niega*), para que su corte/cohorte, y sin corte ni rubor alguno, robe descaradamente a todos los españoles vía -canon- en pro de ni se sabe que derechos, a satisfacer en concepto de copia privada.
Señores, si uno se molesta (paga) en comprar un disco, lo hace en justa reciprocidad a lo que se recibe, eso nadie lo pone en duda; que menos que hacerse una copia por si el original se gasta, se pierde etc, es absurdo mantener lo contrario. De ahí a gravar los lápices USB, teléfonos móviles, reproductores MP3/4, CD,s, DVD,s etc es una verdadera iniquidad. Cuántos españoles habrá que jamás usan ni usarán estos artilugios para oír una dichosa canción en MP3, (pienso en mi madre...como Almodovar) y en gran cantidad de informáticos, así como compañeros de profesión que hacen uso a diario de dichas tecnologías sin intención alguna de conculcar derechos intelectuales de nadie, pero resulta que inexorablemente -todos- estamos incluidos... se nos cobra con carácter previo, se cobra por si acaso. Esta ley es vergonzosa.
Si el fin último está en proteger a los autores, resulta obvio, para mí mucho más, como Musicólogo (Docente - Profesor Superior de Piano) que se deba protegerlos, pero esa no es la forma adecuada, eso parece evidente por la respuesta social contraria a dicho canon. El Estado como tal, debe/debería proteger -siempre- a los -verdaderos- artistas de este país (en sus múltiples facetas) y procurar obviamente su bienestar en atención al desarrollo cultural de España y a lo que aportan a la satisfacción personal de cada uno al escuchar su obra, pero no a cambio de la conculcación sistemática de los derechos de los ciudadanos.
En otro desorden de cosas, sometí unas preguntas a la SGAE para que me dijeran lo siguiente:
¿Cómo, cuándo y quién, elige a los actuales directivos?.
¿En virtud de qué acuerdo fue nombrado el Sr. D. Eduardo Bautista Presidente del Consejo de Dirección?
¿Tiene el Presidente del Consejo de Dirección un catálogo de obras [creación, no como mero ejecutante] propias?
Siguió, como no podía ser de otra manera, el silencio.
Me desborda pensar que existe una -amalgama- de profesionales tan serios, compartiendo inquietudes con quienes no les une nada, en puridad, nada, no me vengan con la patraña de que -todo- es arte, no señores no, no todo es arte, arte es Serrat, arte es Sabina, arte fue Queen, puro arte fueron los Beatles y tantos otros autores de nuestro tiempo y arte es, la música clásica al igual que tantas manifestaciones cultas que precisan, que requieren de un estudio profundo y serio o en todo caso y puntualmente, una cualidad artística innata, lo otro no es arte, es pura chabacanería elevada al infinito, auspiciada por ustedes y por la penosa enseñanza musical que se imparte en este país (ESPAÑA), que fomenta que la mayoría de españoles tilde de -aceptable y/o "cojonuda" cualquier tipo de música.
¿Cómo diablos se entiende eso de que tanta disciplina artística, ("artística" en muchos casos), tenga que compartir mesa y criterios con tanto elemento subversivo?, eso sí afín al poder, cuyo único merito ha sido medrar en su propio beneficio, todo ello sin haber realizado estudios superiores, no haber creado nada o apenas nada, y ahí siguen.... por Dios!!! Eso no hay quien lo aguante. Autores, Intérpretes, ejecutantes etc, todo tiene cabida en el Babel en el que andan inmersos. Quisiera que la SGAE funcionara por compartimentos estancos con una unidad de dirección creíble y no sujeta a veleidades políticas. Muchos quisiéramos eso.
(*)Congreso aprueba lo que el Senado niega; dicen las buenas lenguas (me hago eco de ello) que la mano tendida obedece a algo (palma hacia arriba) dicha mano es en reciprocidad llenada por la veleidad de sus Señorías...resulta inaceptable que los mismos grupos que NIEGAN dicho canon en el Senado voten después a favor en el Congreso... esta gente se cree que los españoles nos chupamos el dedo!.
Santiago Cardona, Musicólogo, http://SComenta.blogspot.com/
Palma de Mallorca, 6 Enero 2008.